Il luogo di Nazaret provo a presentarlo esattamente nella forma della Lectio in senso vero e proprio. La “lectio divina” è un modo di accostare brani della Bibbia facendoli diventare preghiera, dialogo con il Signore. Allora prendo il brano della “Annunciazione”, che è centrale nel riferimento a Nazaret, e proviamo a vedere come si procederebbe normalmente nel fare la lectio. Lo schema “classico”, e cioè che risale al Guigo II il Certosino, e che riprende per esempio il card. Martini nei suoi esempi di lectio, è quello che affronta un testo in quattro gradini che sono: – la lettura, – la meditazione, – la contemplazione, – la preghiera.
Allora proviamo a fare questo schema, certamente per quello che posso fare io, il resto bisogna che lo fate voi.
Dio ha pensato alle città come luogo da evangelizzare, ad esse ha mandato grandi profeti biblici. Pensiamo a Geremia: modello di una voce profetica nella città che però nessuno ascolta, che tutti rifiutano. Per cui si sente obbligato ad una resistenza faticosa, ma anche a fare ricorso ad immagini tipiche del vivere cittadino (il vasaio, la brocca di vino, le risse, le mura sbrecciate, le ruffianerie, la volgarità, ecc.). È profeta in una società che non lo ascolta e lo lascia solo. Anzi lo sfida con il suo scetticismo e la sua indifferenza, perfino si sente minacciata dai suoi gesti strani.
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Desde hoy, 9 de enero, hasta el próximo 14, están reunidos en el Centro de Misión y Culturas José Allamano, de los misioneros de la Consolata en Bogotá, para la Asamblea Pre-capitular del continente América, 23 misioneros representando a Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Perú, Venezuela.
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Celebramos hoy la fiesta de la Epifanía, lo que comúnmente llamamos fiesta de los Reyes magos. ¿Qué quiere decir Epifanía?, manifestación del misterio de la encarnación, del misterio de la Navidad, a todos los pueblos a todas las culturas a todas las personas; el abrazo misericordioso del Padre que en su hijo viene al encuentro de la humanidad. El misterio de la Navidad es tan grande y tan profundo que no basta un día para entrar a fondo en él, y descubrir todas sus dimensiones toda su riqueza. El Niño que contemplamos en un pesebre, en Belém, no es un acontecimiento que se queda en un pequeño pueblecito, pues se trata de la visita de Dios a través de su hijo, a toda la humanidad, a todos los pueblos a todas las personas. Por eso el misterio de la Navidad se completa con esta fiesta de la Epifanía, o manifestación de Cristo a los gentiles, es decir a todos aquellos que no hacen parte del pueblo de Israel, como nos dice la segunda lectura de la carta a los Efesios que acabamos de escuchar: “También los gentiles son coherederos, de la misma herencia, participes de la misma promesa en Jesucristo”.
Dejémonos iluminar por la Palabra que acabamos de escuchar. El Evangelio invita ante todo a poner los ojos en: el misterio de la Navidad “Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del Rey Herodes”, nos ubica en un espacio y en un tiempo concreto, es una invitación a no perder de vista el misterio central, la encarnación. Después nos invita a fijar la mirada en los protagonistas de esta solemnidad, los tres sabios de oriente, que llegaron de tierras lejanas en busca del Rey de los Judíos, ¿Dónde está el rey de los Judíos que acaba de nacer? pues hemos visto su estrella y hemos venido a adorarlo” Estos tres sabios representan a todas las personas que buscan a Jesús. Tenían dos propósitos verlo y adorarlo, tener una experiencia de Jesús, acercarse a él, y adorarlo, es decir reconocer en él, al hijo de Dios, al salvador, aquel que da sentido a la vida de las personas. Ese es el sentido de la navidad, acercarnos ver a Jesús, tener una experiencia de él, y adorarlo. En estos tres sabios encontramos tres características muy importantes: buscadores incansables, sensibles a descubrir la estrella y a dejarse iluminar por ella, tener la capacidad de optar por otros caminos que conduzcan a la vida. Buscadores incansables, Estos hombres vieron una estrella que los puso en movimiento. Algunos afirman lo contrario, «Los magos no se pusieron en camino porque hubieran visto la estrella, sino que vieron la estrella porque se habían puesto en camino» (San Juan Crisóstomo). No dejaron que la rutina congelara su corazón. Sino que el deseo de encontrar a Jesús los puso en camino.
Sensibles a descubrir la estrella y dejarse iluminar por ella, Los magos, de este modo, expresan el retrato del hombre creyente, del hombre sensible a los signos de los tiempos, sensibles a la voz de Dios que se manifiesta en los acontecimientos de la historia, que se manifiesta en las personas. A pesar de ser sabios, no consideran que saben todo, preguntan se valen de otras personas para llegar al encuentro con el mesías, tocaron la puerta del rey Herodes, donde suponían que encontrarían al Mesías. Todo esto les permitió llegar a la meta “Entraron, vieron al niño con María su madre y postrándose lo adoraron, Después abriendo sus cofres les ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra… Los magos, encuentran ven, contemplan, y adoran, ofrecen lo mejor que tienen. Este es el camino que todos estamos invitados a vivir alrededor del misterio de la Navidad, Encontrar, ver, contemplar, hacer experiencia de Jesús, adorar y ofrecer lo mejor que tengamos. Como los sabios, nosotros deberíamos tratar de regalar a nuestra familia, a nuestra comunidad, a nuestra sociedad, al mundo el testimonio de nuestra fe, confesada sin miedo y sin vergüenza. Es el mejor regalo que podemos hacer, pues el mundo necesita de este niño que ha nacido en Belén. Regalar la Luz que hemos encontrado, visto, adorado, Como nos decía la primera lectura del profeta Isaías: “Levántate resplandece, Jerusalén por que ha llegado tu luz”. Si, ese es el mejor regalo que podemos y debemos hacer en este mundo con tantas contradicciones, injusticias y diferencias, pero es el mundo en el que Jesús ha nacido para todos; ser nosotros mismos estrellas que indican a todos aquellos que buscan a Dios el camino que lleva a Belén, para que todos encuentren vean contemplen adoren y ofrezcan lo mejor de sí.
Tener la capacidad de optar por otros caminos que conduzcan a la vida, “Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino” Herodes pretendía que ellos hicieran el mismo camino, esto para continuar con sus planes de acabar con el niño, que era el Señor de la vida. Ellos replantean el camino y buscan otras vías que no se oponen al plan de Dios, otras vías que propician la vida. La vivencia del misterio de la navidad nos debe llevar a todos a buscar los caminos que nos conduzcan al perdón a la reconciliación a la Paz que tanto anhelamos en Colombia, a ir dejando de lado los caminos que conducen a la muerte, es decir al odio, a la violencia, a la corrupción que tanto mal nos está haciendo y que sigue favoreciendo los proyectos y planes de aquellos, que como Herodes, que atados al egoísmo buscan solo sus propios intereses, sin preocuparse por los más débiles por los marginados de la sociedad.
En el marco de esta celebración, de esta fiesta de la Epifanía del Señor, los misioneros de la Consolata viven un acontecimiento muy especial, celebran la asamblea pre capitular del continente América. vemos a muchos misioneros, sacerdotes laicos y laicas que como los reyes se pusieron en camino desde, Italia, Canadá, EEUU, México, Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, con el deseo de reunirse, y como los sabios unir esfuerzos para buscar juntos, discernir qué es lo que el Señor de la misión les pide hoy, en este continente. Todos ellos con, Pies de buscadores- caminantes, conscientes de que hay que tener claro en donde se busca al Señor. Con corazón Universal, sensibles a escuchar la voz de Dios, en las periferias que siguen clamando la consolación de Dios, en los portales del continente, no en los palacios. Dejándose conducir y guiar por la estrella del carisma, que el Espíritu ha inspirado al Beato Allamano. Sin tener miedo de explorar otros caminos que sean coherentes con la vida, como lo hicieron los sabios. A todos ellos los saludamos, les damos la bienvenida y nos comprometemos a acompañarlos con la oración.
L'Église est une institution bien exceptionnelle. Elle pratique le pardon comme aucune autre institution, semble-t-il. Vous voulez des exemples ? Elle a parfois condamné malheureusement certains de ses plus grands penseurs. Or elle en arrive souvent à les comprendre, à leur pardonner et même à leur demander pardon en les nommant cardinaux comme les jésuites de Lubac et Daniélou, quand elle ne va pas jusqu’à les canoniser. Il lui arrive même de les inviter au Vatican pour prêcher la retraite de Carême au Pape et aux cardinaux comme Paul VI l'a fait en 1972 en recevant Maurice Zundel, un prêtre suisse, très peu connu parce qu'il avait été longtemps exilé en Égypte et ailleurs. Il était peu connu car sa vie fut d'une grande humilité. Paul VI, alors qu'il était l'abbé Montini, avait appris à bien connaître Maurice Zundel qui avait à l'époque une trentaine d'années. Ils s'étaient connus chez les Bénédictines de la rue Monsieur, à Paris, où Zundel était aumônier.