Según los expertos, por culpa de cultivos que no tienen nada que ver con esa tierra, ganado invasivo o explotaciones mineras, se ha perdido un 20% de la selva amazónica. Al Vaticano le preocupa y ha denunciado que las consecuencias son imprevisibles.

MICHEL ROY
Secretario General de Caritas Internationalis
"La Amazonia, junto a la foresta del Congo, es quizá lo más valioso que le queda al planeta. Las otras grandes forestas, como la del Borneo, casi han desaparecido, y ya no pueden contrastar el cambio climático. Somos responsables de parar los motores y detenernos”.

MAURICIO LÓPEZ OROPEZA
Secretario Ejecutivo, Red Eclesial Panamazónica
"El 20% del agua dulce no congelada del planeta, recorre este sistema vivo. Aquí hay cinco botellas de agua, si yo retiro esta botella en este instante, algunos nos vamos a quedar sin poder beber. Y además hay que preguntarnos, cuál es el uso que se va a dar a ese agua, porque algunos se van a quedar sin poder utilizar”.

Quienes ya están pagando las consecuencias son sus casi 40 millones de habitantes, de los cuales casi 3 millones son indígenas.

MONS. PEDRO BARRETO
Presidente, Justicia y Solidaridad – CELAM
"El río Amazonas con sus 7 mil kilómetros, no es una región geográfica, es parte y es hogar de cerca de 3 millones de hermanos y hermanas, de poblaciones originarias, de mestizos, de ribereños”.

MAURICIO LÓPEZ OROPEZA
Secretario Ejecutivo, Red Eclesial Panamazónica
"Los pueblos, que nos hablan de otra manera de ver la vida, de otras perspectivas, están siendo desplazados. Muchos de ellos están perdiendo los territorios además de sus identidades”.

Para coordinar medidas y afrontar el problema local y global antes de que sea demasiado tarde, la Iglesia católica está aglutinando esfuerzos. En septiembre lanzó la Red Eclesial Panamazónica, que acaba de presentar en el Vaticano.

MONS. PEDRO BARRETO
Presidente, Justicia y Solidaridad – CELAM
"La Iglesia ha estado presente desde el principio, hace más de 500 años, pero cada uno hacía su pequeña isla. La red significa estrechar las manos, y cuando están unidas las manos, es mucho más difícil que estas empresas transnacionales entren para dilapidar irracionalmente los recursos naturales”.

Durante unos días se reunirán en Roma para coordinar las primeras medidas para salvar el Amazonas y a sus habitantes más vulnerables.

Esta Red es una medida muy novedosa porque pone de acuerdo a organizaciones de varios países, de muchas instituciones de la Iglesia y por una buena causa: la defensa de los derechos humanos, de la vida y del ecosistema.


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