Este segundo día de Asamblea Regional de los misioneros de la Consolata de la Región Colombia-Ecuador, comenzó con la oración inicial motivada por los formandos de los seminarios filosófico y teológico IMC. Por la mañana nos dedicamos a reflexionar en grupos buscando los aprendizajes y oportunidades para proyectar nuestra formación de base y formación permanente, en un auténtico proceso de formación continua, “reconociendo el pasado, informarnos mejor sobre el presente y aportar en la construcción del futuro con humildad y confianza”.
En seguida, el P. Daniel Sugamo, del grupo México, nos compartió sobre el camino formativo que están llevando adelante desde la simplicidad de estructuras y de la fraternidad. El P. Pendawazima, vice-superior general y responsable por la formación en el Instituto nos compartió las estadísticas de los formandos actualmente: son 331 en total, de los cuales 44 en los propedéuticos, 135 en filosofía, 24 novicios, 90 estudiantes de teología, 11 en el año de servicio y 27 haciendo especializaciones.
En la tarde, el Dr. Marco Raúl Mejía, asesor de la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC) nos iluminó con una conferencia sobre la formación de cara a los cambios del mundo actual. En su exposición nos recordó que “las respuestas que teníamos en un determinado momento do pasado ya no responden a las nuevas preguntas”, pues vivimos en un momento de “mutación”, que nos traen nuevas formas de producir la vida y sus sentidos, tales como son el conocimiento, la tecnología, los nuevos lenguajes, la información, la comunicación, la innovación y la investigación.
En este contexto, vivimos en una sociedad que está generando mudanzas continuamente, donde los jóvenes avanzan en muchos paradigmas que teníamos han cambiado. Mejía recordó que “es el gran problema para formar hoy es que vivimos en un mundo que cambió y los actores que formamos hoy no tienen las características que tuvimos nosotros cuando fuimos formados” y si no entendemos este escenario será difícil dar las respuestas como son necesarias a este nuevo tiempo. Dijo que “no debemos temer. El gran reto para la formación está en comprender que estamos viviendo un cambio de época, que genera transformaciones culturales, generando varias culturas juveniles”, que se tornan un desafío para nuestra praxis formativa.
Dentro de las “culturas juveniles”, resaltó que “las redes sociales están se convirtiendo en procesos y “agentes socializadores”. La información es el quinto agente socializador en el occidente, después de la política, religión, familia y escuela”.
Concluyó diciendo que “para un auténtico proceso formativo debemos valorar la interculturalidad, como fundamento”. Al mismo tiempo, exige de nosotros innovar en la manera de formar, construyendo un marco de actuación que nos lleve a construir el “humano de este tiempo, en un local determinado, desde la propuesta de Jesús y de nuestro carisma”.
Al final de este segundo día de Asamblea Regional celebramos la Eucaristía, presidida por el P. Luis Duravía, que nos compartió su vivencia de formador en seminarios y en el colegio, dejando varias inquietudes y provocaciones para que continuemos reflexionando el camino formativo, desde una auténtica coherencia de vida, responsabilidad y santidad.